el sexo convencional estricto, es como aquel cliente que entra en una heladería italiana de ensueño, repleta de sabores, colores y texturas, con miles de variaciones, y pide al dependiente: "Por favor, uno de vainilla"

martes, 5 de junio de 2012

¡Primer puño! Y estaba dormido, pero no lo he soñado

Bueno, queridos lectores, os tengo que dar un fantástica, genial y maravillosa noticia. Anoche probé por fin el fisting de verdad. Y de verdad me refiero a que me cupo una mano entera. Y os preguntaréis "pero vamos a ver, Masoquista Novato, si hace un par de días decías que te costaba meterte el plug... ¿cómo te has metido el puño?
¡Aja! He ahí el truco. A ver, que os ponga en situación. Me pasé todo el día estudiando, y cuando llego a casa me encuentro un mensaje del muchacho de la hipnosis que os hablé en la última entrada, diciéndome que si quería tirar para su casa (el día anterior me dijo que no iba a poder ayer, pero bueno, no seré yo quien se queje) y claro, me surgió la duda de "¿Qué hago?¿Voy a pilates o me voy a casa d...." Y ni tiempo tuve de poner la última interrogación. Me coloqué los vaqueros, me cogí el bus y en su casa me planté.
Estuvimos hablando un ratillo, me enseñó algún truquillo para hipnotizar a la gente y de repente me salta que me quiero quitar la ropa, y cuanta menos ropa tengo, más cachondo estoy y para que lo voy a negar, estaba tela de cachondo. Luego me dijo que le quitase la ropa y que me la quería poner yo, y que cuánta más ropa suya tuviera, más sumiso me sentía (sumiso yo, con lo que rebelde que soy) y, tíos, os lo prometo, estaba completamente anulado. Además cogió mi sitio secreto, que como, total no me conocéis os lo puedo revelar, está justo detrás de la orejilla. Empezó a acariarme ahí y yo más feliz que una perdiz, y me dice "Cada vez que toque aquí, te vas a sentir muy sumiso". ¡Y TANTO! Era tocarme ahí y adiós a mi voluntad.
El caso es que Hipno (que "El de la Hipnosis" es muy largo") y yo habíamos estado hablando y le había contado de mi interés por el fisting. Pues coge el tío y me ordena que me tumbe y me hace entrar en trance. Me decía que me relajara, que iba a sentir una gran placer cada vez que me tocara el culo y yo lo sentía, la verdad. Entonces en esto, que yo estaba superrelajado empieza a meterme los dedos y a decirme, a ordenarme que me abriera para él, que estaba muy caliente, que dejara que su mano entrara" y yo puedo jurar y perjurar que estaba en la gloria, vamos... QUÉ SENSACIÓN. Hipno seguía ahí trabajando y yo relajando y en la gloria, no sentía ni la incomodidad que siento con el plug. De vez en cuando me decía "¿Te quieres pajear?" y es que ni quería. Eso era tan placentera y yo pensaba que tendría metido 3 ó 4 dedos. Y claro, yo tenía miedo de que si me corría, que los esfínteres se me cerrasen y no poder disfrutar más de lo genial que lo estaba pasando. Después de un rato y de que me hiciese la pregunta 3 veces, ya sacó la mano y me hizo salir del trance y me preguntó que qué tal, y yo le dije que bien, pero era una lástima que no hubiese entrado entero. Y se me queda mirando y me dice "¿Cómo que no? Mira la marca del lubricante" y me quedo mirando y llegaba casi hasta la muñeca. Mi cara fue le siguiente (teniendo en cuenta el desmesurado tamaño de mi boca) --> Ö. Me había metido la mano entera y, ¡¡yo no me había corrido con ella dentro!!! Pero, ¡¡ QUÉ COÑO!! Si ni siquiera me había dolido.
Eso sí, me dijo que no se había atrevido ir más adentro, que por ahí se pueden tocar cosas raras. Ahora yo no puedo dejar de pensar en eso. Estoy deseando que me deje ir a verlo otra vez, además le voy a suplicar que me despierte cuando lo tenga dentro para sentirlo de verdad y poder verlo y poder decirle: ahora saca, ahora mete, cierra el puño.
Bueno, ya lo dejo, que me pongo malo

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