el sexo convencional estricto, es como aquel cliente que entra en una heladería italiana de ensueño, repleta de sabores, colores y texturas, con miles de variaciones, y pide al dependiente: "Por favor, uno de vainilla"

viernes, 18 de mayo de 2012

Mi primera experiencia en el bondage

Ocurrió hará unos 3 ó 4 meses. Yo me había líado ya con un tío, un poco mayor que yo, y la verdad es que la cosa había ido bastante bien. Por lo visto no tenía mucha experiencia (según él, nada) como activo y sin embargo a mí consiguió arrancarme más de un gemido, para qué lo vamos a negar. El caso es que el muchacho tenía, cómo decirlo, vamos que estaba muy bien dotado, ¡vaya! El caso es que por aquella época, yo el tema fisting ni lo había tocado y era bastante estrecho. Pues el tío consiguó metérmela, sin que me doliese lo más minimo (hay que ver... con lo quejica que era yo) y sin lubricante.

En vista de esto, yo quise repetir. Él y yo seguíamos hablando por la página en la que ambos estábamos registrados y un día, salió el tema. Yo le conté que siempre me había atraído la idea de hacerlo y que yo estuviese atado. Pues él me contó que tenía un juego de esposas de tela y me preguntó que si quería probar. Yo le dije que sí, pero que estaba acojonado (bendita inocencia) y el caso es que ese finde me fui a su casa.

Llego a su casa y me encuentro en la mesita de noche todo un pequeño arsenal de juguetes, dildos diferentes y las esposas. Yo cuando vi eso, en mi falta de experiencia me dio por reir. Bueno, pues no ponemos al tema y en cierto momento me dice: "quieres que te espose?" Y yo le dije que sí... ¡error! El tío, la verdad es que no tenía mucha idea, pese a que él me dijo que las había usado con cierta frecuencia. Vamos, que al final me las tuve que poner yo y aquello fue un pitote, porque... ¡La Virgen! ¡Qué complicado de poner era eso! Al final conseguí ponérmelas, eh? Pero a mí eso me daba mucha vergüenza, para seros sinceros. Además el tío me colocó boca abajo y me dio un azote y a mí que me salió de dentro "¡Oye!¡Un poco de respeto!" Para mí fue una de las situaciones más antimórbicas de toda mi existencia, pero bueno... en esta vida hay que probarlo todo, ¿no? No te vas a quedar siempre con la vainilla.

El caso es que he seguido probando el bondage y los azotes más adelante y me gusta. Lo que pasa es que probablemente él no me inspirara o que yo no estuviera preparado

2 comentarios:

  1. Jajajajajaja, me ha encantado eso de "¡Oye! ¡Un poco de respeto!".

    Le seguiré la pista al blog, que la verdad es que me interesa bastante leer del tema ;)

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